Los productos agroquímicos son, hoy, una parte fundamental del sistema productivo agrícola ganadero en todo el mundo, ya que con el control que hacen de las diferentes plagas y enfermedades permite a los cultivos expresarse y crecer, para, al fin y al cabo, producir alimentos básicos para toda la humanidad.
Es importante destacar que los agroquímicos bien usados, en tiempo y forma, además de observar y respetar todos los cuidados que se deben tener al momento de la aplicación -y que además se encuentren autorizados para su uso por las autoridades fitosanitarias-, pasaron a ser un pilar de cualquier tipo de producción.
A través del tiempo, las empresas dedicadas a la investigación y producción de agroquímicos realizaron desarrollos y ensayos de diversos tipos, hasta lograr obtener un determinado producto químico.
Muchos productos fueron discontinuados en el tiempo, ya sea porque no empezaron a cumplir la misión para la cual fueron fabricados o, porque con la necesidad de cuidar mejor el medio ambiente pasaron a ser peligrosos en su manipuleo y aplicación.
Es por ello que las autoridades fitosanitarias, en forma permanente, monitorean los productos nuevos salen al mercado y cuáles ya no deben ser usados por los productores, a raíz del riesgo que ocasiona.
Sin duda que para que un producto salga a la venta debe cumplir ciertos requisitos, en cuanto a ingrediente activo, formulación, información de uso y manipuleo y tiempos de carencia.
Los 30 años del glifosato
Un caso paradigmático es el glifosato, un producto que como herramienta para el control de malezas cumplió más de 30 años de uso y comercialización en el mercado. Fue y sigue siendo un arma fundamental para controlar diversas malezas, siempre y cuando su uso y aplicación sea la correcta.
De este producto hay detractores y defensores, pero lo cierto es que fue y es un producto que trajo de la mano a la biotecnología, tan necesaria actualmente para mejorar y hacer más eficiente un sistema productivo. La obtención de nuevos genes es casi permanente en cultivos diferentes y para el control de diversas plagas y enfermedades y, en este sentido, la ciencia no descansa en procura de lograr el incremento de rendimiento de un cultivo, siempre amigable al medio ambiente.
Sin riesgos
Nombramos a este herbicida que revolucionó al mundo productivo, porque un nuevo informe europeo indica que el glifosato, uno de los herbicidas más usados en el mundo, no representa un riesgo para la salud.
Esta sustancia se usa en combinación con semillas modificadas genéticamente para resistir al glifosato. De esta manera, cuando se aplica el producto, se eliminan todas las hierbas, a excepción del cultivo transgénico.
El trabajo fue realizado por el Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos, por encargo de la Unión Europea (UE).
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria entregará este borrador a otros expertos para una evaluación final, con el objetivo de renovar el estatus del glifosato como herbicida autorizado.
La sustancia obtuvo la aprobación en la UE en 2002, pero ahora debe renovar su validez ante este organismo.
Baja toxicidad
Según el instituto alemán, el glifosato no presenta propiedades carcinogénicas ni mutagénicas, y tampoco tiene efecto tóxico sobre la fertilidad, la reproducción o el desarrollo fetal y embrionario en los animales de laboratorio, y se considera que no presenta riesgos para la salud humana.
Para llegar a estas conclusiones, la institución alemana evaluó 150 nuevos estudios toxicológicos y examinó los 300 ya existentes. En este borrador se tuvieron en cuenta 900 publicaciones científicas.
La Agencia de Protección Ambiental de EEUU y la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificaron al glifosato como de baja toxicidad, englobado en la ‘clase III’ para exposición oral e inhalación en una escala de I (más tóxico) a IV (menos tóxico).
El Senasa avanza
En la Argentina, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) siguió el mismo criterio.
Sin duda que este estudio levantará diferentes discusiones entre los que apoyan o no apoyan al uso de este herbicida.
Pero no es menos cierto que los agroquímicos, en general, cuando son mal usados y no se cumplen las normativas de aplicación, siempre provocarán daños.
Por todo ello, es necesario que los productores que lo utilizan deben cuidar este aspecto y manejarlos como corresponde, en protección de su salud y el medio ambiente.